miércoles, 18 de mayo de 2011
¿Lo has llegado a sentir?
Ponte en situación. Imagina que estoy frente a ti. Que estoy cerca. A cuatro, a tres, a dos centímetros de ti. Que mis manos suben despacio por tu espalda, alcanzando tu cuello. Que sólo estamos tú y yo. Que te atraigo hacia mí y pasamos a medir las distancias en milímetros. A estas alturas ya deberías sentir mi respiración, ya deberías escuchar cómo te susurro al oído. . . Ahora ya no hay nada ni nadie que nos separe. En este momento, que nuestros labios han cogido la misma dirección, me apetece besarte, abrazarte, tenerte, tocarte, oír tu respiración, sentir los latidos de tu corazón. . . Que me digas con la mirada lo que no somos capaces de expresar con las palabras. Quiero decirte esas cosas que solo a ti puedo confesarte. Esas que solo tú puedes saber. ¿Has llegado alguna vez hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante?
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