miércoles, 2 de noviembre de 2011

El miedo.

El miedo es como la familia que todo el mundo tiene uno. Pero aunque se parezca los miedos son tan personales y tan diferentes como puedan serlo todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como no ser lo que soñamos, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo, hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la conciencia, el miedo a ser culpables de lo que les pasa a los demas, y tambien el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido, como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca, y hoy he escuchado a un tal Punset en la tele, un señor encantador qe decia que la felicidad es la ausencia del miedo, y entonces me he dado cuenta que ultimamente yo ya no tengo miedo.

De las que apuran la última calada del cigarrillo.

Si te das cuenta y me miras otra vez comprobarás que no soy nada complicada. Más bien soy sencilla. Me considero de esas que duermen los domingos hasta que se acabe el sueño donde estás, de esas que cuentan las baldosas de la calle y que salta las líneas negras de los pasos de cebra. También soy cabezota,muy cabezota y me propongo cualquier cosa. Soy fuerte y aunque esté mal,sonrío,saco la mejor sonrisa que tenga dentro aunque sea difícil. No paro quieta ni un segundo. Suelo estar de arriba para abajo y de abajo para arriba. Me gusta los sobrecitos de kepchup y morderme el esmalte de uñas cada vez que me las pinto. Disfrutar la última onza de la tableta de chocolate,o el último bombón de la caja roja. Amo la Navidad. Disfrutar las sonrisas de mis amigos. Me gusta sonreír,ser feliz a tu lado. Porque sí,soy de esas chicas que dijeron ''nunca me voy a enamorar'' y ''en un segundo me pongo'' y hoy en día no lo he cumplido.