sábado, 17 de marzo de 2012

Nada es lo que creemos.

Es como la droga para un drogadicto. Una persona que se pincha muchas veces heroína al final se convierte en drogadicta y sin que se de cuenta se convierte la droga en una depención para ella. Cuando le preguntan esa persona dice que controla, que nunca le va ha hacer daño. Supongo que el amor es así. Son como pequeñas dosis que te va dando la otra persona. Risas, sonrisas y miradas pasan a ser besos, abrazos y caricias y todo ello se convierten en sentimientos. Es como si anduvieras por una nube. Como si volaras. Como si fueras aquel niño que es feliz por la piruleta. Y cada día quieres más y más. Y la gente te pregunta y tú como eres una ingenua dices que controlas, que es un rollo de tres días y que nunca te va a hacer daño. Hasta que sin darte cuenta, empiezas a enamorarte y esa persona se convierte en dependencia tuya. He leído hoy, en un artículo que un drogadicto a muerto por sobredosis. He leído también, que una chica está llorando todas las noches, no pasa nada, ella controla.. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario